Mineras junior apuestan por el oro peruano, pero la ilegalidad acecha.
Líderes de la exploración minera reunidos en proEXPLO 2025 alertaron sobre los serios riesgos que la minería ilegal y la creciente burocracia regulatoria representan para el avance de nuevos proyectos en Perú. A pesar de estos desafíos, coincidieron en que el país andino posee un potencial geológico de clase mundial y un capital humano altamente capacitado, factores que aún lo posicionan como un destino atractivo para la inversión de las mineras junior. La expansión descontrolada de la minería informal fue señalada como una amenaza existencial para estas compañías, capaz de desincentivar la inyección de capital necesario para descubrir y desarrollar futuros yacimientos.
Los expertos destacaron la paradoja de Perú: una nación bendecida con una geología excepcional y un marco legal de propiedad minera sólido, pero lastrada por procesos de permisos excesivamente lentos y una creciente complejidad regulatoria. La comparación con países como Canadá, donde los permisos de perforación se obtienen en meses en lugar de años, subraya la desventaja competitiva que enfrenta Perú. Sin embargo, también se resaltaron avances significativos, como la consolidación de un talento local especializado en la exploración y perforación, lo que evidencia el crecimiento y la madurez del ecosistema minero peruano en las últimas décadas.
El consenso entre los panelistas fue claro: si bien la urgencia de combatir la minería ilegal y agilizar los procesos regulatorios es innegable, las ventajas fundamentales de Perú persisten. Su riqueza geológica, combinada con una fuerza laboral cada vez más calificada, mantiene al país en el radar de las mineras junior comprometidas con prácticas sostenibles y responsables. La clave para desbloquear el potencial minero peruano radica en superar los obstáculos actuales y garantizar un entorno más favorable para la inversión exploratoria, crucial para el futuro desarrollo económico del país.