El Cobre y el Oro Récord Disparan las Divisas Peruanas y Estabilizan la Economía
Las exportaciones mineras de Perú han desatado una verdadera «furia exportadora», consolidándose como la noticia más impactante y la tendencia crítica para la estabilidad económica del país. El sector ha registrado un flujo masivo de ingresos, impulsado por el inminente súper-ciclo del cobre y los precios récord del oro, inyectando miles de millones de dólares a la balanza comercial. Esta cifra no solo refleja la riqueza geológica de los Andes, sino que actúa como el principal escudo financiero de la nación, garantizando una entrada estable de divisas que compensa la volatilidad en otros sectores de la economía.
El motor de este desempeño excepcional es la capacidad del sector formal para maximizar la eficiencia operacional de sus yacimientos de clase mundial. La tendencia más relevante es que el cobre, vital para la transición energética global, lidera el valor de las exportaciones. El constante suministro de este metal, junto con la alta cotización del oro, demuestra la resiliencia de las grandes mineras en Perú para operar bajo presiones logísticas y regulatorias. Esta capacidad de entrega constante posiciona al país como un proveedor indispensable para las cadenas de valor que buscan descarbonizar la economía mundial.
Sin embargo, el desafío que enfrenta Perú es cómo garantizar la sostenibilidad de esta tendencia de crecimiento. La producción actual se basa en gran medida en minas ya establecidas. Para asegurar la continuidad de esta «furia exportadora», el Estado debe desbloquear urgentemente la cartera de proyectos de inversión de US$ 53 mil millones, atacando la burocracia y la inestabilidad social. El futuro económico de Perú, y su rol estratégico en el suministro global de metales, depende de que se resuelvan estos cuellos de botella para que el auge de las exportaciones se mantenga y se expanda en la próxima década.

