La Paradoja Peruana: US$6.000 Millones en Juego ante la Amenaza Social y Ambiental
La minería peruana, pilar de la economía y motor de desarrollo, se enfrenta a una paradoja crítica en 2025. Por un lado, el país se consolida como un destino de inversión minera clave a nivel mundial, con proyecciones de superar los US$6.000 millones en desembolsos, impulsados principalmente por proyectos de Cobre que son esenciales para la transición energética global. El sector aporta cerca del 60% de las exportaciones y es un agente reductor de la pobreza en zonas alejadas. Sin embargo, por otro lado, el crecimiento se ve amenazado por la creciente conflictividad social, la sombra de la minería ilegal —que genera US$7.000 millones en exportaciones ilegales de oro— y la percepción de un impacto ambiental y social negativo en las comunidades.
El futuro inmediato de la minería radica en la Exploración y la Tecnología. Perú cuenta con una robusta cartera de 84 proyectos de exploración valorados en más de US$1.000 millones para el periodo 2025-2026, lo que garantiza la sostenibilidad de la producción a largo plazo. Además, la tendencia hacia la «Minería Verde» y la automatización con Inteligencia Artificial (IA) y sistemas autónomos está marcando un cambio de paradigma en la eficiencia operativa y la reducción de la huella de carbono. Las empresas están invirtiendo en recursos hídricos y energías renovables para cumplir con las exigencias de sostenibilidad y las expectativas de los inversores internacionales.
Para convertir el potencial en bienestar sostenible, el desafío principal no es geológico, sino de gobernanza y diálogo. La falta de predictibilidad, la necesidad de una mejor distribución del canon minero y la urgencia de cerrar las brechas de infraestructura en salud y educación en las zonas de influencia minera, alimentan las tensiones. El Estado debe fortalecer su capacidad para combatir la minería ilegal y, simultáneamente, simplificar el régimen legal para la formalización de la pequeña minería, tal como lo busca la nueva Ley de la Pequeña Minería y Minería Artesanal. Solo con una gestión transparente, un compromiso social real y políticas proinversión estables, el boom del cobre podrá traducirse en el crecimiento económico y desarrollo social que Perú necesita para 2025 y las próximas décadas.