La mina de cobre Antapaccay en Perú, controlada por la firma global Glencore, dijo el jueves que suspendió sus actividades debido al bloqueo de la unidad en medio de protestas de comunidades cercanas a sus operaciones.
Antapaccay produjo el año pasado 189.511 toneladas de cobre, un 8,8% del total de Perú, el segundo mayor productor del metal rojo, según cifras del Ministerio de Energía y Minas.
Pobladores de comunidades campesinas en la provincia andina de Espinar, en los Andes centrales del país, bloquearon desde el lunes el acceso a Antapaccay «afectando el normal desarrollo de las actividades de producción y poniendo en riesgo a nuestro personal y al de nuestros contratistas», dijo la minera.
Los comuneros de la zona han demandado varias veces mayores beneficios por la explotación de los recursos. En agosto del año pasado un grupo de desconocidos ingresó a la propiedad de Antapaccay y atacó una estación de bombeo que abastece agua a la operación minera y a pobladores de la zona, para exigir un «bono solidario» para reducir el impacto del coronavirus.
«Ante esta situación extrema y en salvaguarda de la salud e integridad de nuestro personal y contratistas, lamentamos anunciar la suspensión de nuestras actividades hasta que las condiciones permitan retomar el trabajo con todas las medidas de seguridad necesarias», manifestó Antapaccay en un comunicado.
Representantes de las comunidades no estuvieron disponibles de inmediato para sus comentarios sobre el tema.
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