El Cubo Vuelve a la Vida: De Cierre por Agotamiento a Descubrimiento de Plata y Oro de Alta Ley
El histórico Complejo Minero El Cubo en Guanajuato, México, que parecía destinado al cierre definitivo, ha protagonizado un dramático giro digno de una telenovela de la industria extractiva. Originalmente, la mina, con una trayectoria de 480 años, suspendió sus operaciones en noviembre de 2019 bajo la dirección de Endeavour Silver, citando el agotamiento de sus reservas. Este anuncio generó una profunda preocupación entre los empleados y las comunidades aledañas, cuya economía dependía directamente de la fuente de empleo y los ingresos generados por la mina. Sin embargo, el telón no cayó de forma permanente, abriendo un nuevo y sorprendente capítulo en su legado minero.
La resurrección de El Cubo fue orquestada por la compañía Vangold Mining, que adquirió el complejo por US$ 15 millones y se rebautizó como Guanajuato Silver Company Ltd., buscando una identidad más arraigada a la región. El objetivo fue claro: reiniciar las operaciones y recontratar a los mineros despedidos. Este cambio de manos trajo consigo una nueva perspectiva exploratoria que dio frutos de inmediato. En un hallazgo altamente impactante, la nueva operadora confirmó el descubrimiento de material de oro y plata de alta ley en un área de relaves histórica, identificando una capa superficial de 43,000 metros cuadrados.
Este descubrimiento no solo revitaliza las perspectivas económicas de la mina, que cuenta con reservas probadas y probables significativas, sino que también subraya la importancia crítica de la exploración continua en complejos mineros maduros. La nueva fase operativa, que incluye la rehabilitación de la infraestructura y el mantenimiento de proyectos adyacentes como la mina El Pingüico, posiciona a Guanajuato Silver como un actor clave en la minería mexicana de metales preciosos. La noticia del hallazgo de alta ley, que demuestra que las minas históricas aún guardan sorpresas, inyecta optimismo y estabilidad laboral en la zona, demostrando que un cierre por agotamiento no siempre es el capítulo final.
 
		 
 


 
