JP Morgan alerta: La incertidumbre regulatoria mina la inversión minera.
- Alerta de Riesgo Geopolítico por Cambios Regulatorios
El gigante financiero JP Morgan ha emitido una contundente advertencia sobre el creciente riesgo geopolítico para las empresas mineras que operan en Perú. El temor se disparó ante anuncios gubernamentales, como el plan de ejecutar el cierre de cuatro minas en Ayacucho y la intención de limitar la exploración y explotación en ciertas cabeceras de cuenca. Analistas del banco señalaron que estas acciones generan una «extrapolación negativa» para la inversión, afectando directamente a grandes proyectos de cobre como Quellaveco (Anglo American) y aumentando las primas de riesgo país, lo cual encarece el capital para las mineras. Esto subraya cómo las decisiones unilaterales y la percepción de inseguridad jurídica pueden frenar miles de millones de dólares en inversión extranjera.
- El Gran Impacto en la Inversión Extranjera
La preocupación de JP Morgan y otros analistas radica en que el Poder Ejecutivo no habría medido la magnitud total del impacto de tales decisiones en la inversión extranjera. Si bien el gobierno peruano intentó calmar los ánimos, asegurando que respeta la seguridad jurídica, la señal de incertidumbre ya había sido enviada al mercado global. Esta situación se vuelve crítica en un contexto donde Perú es un actor vital para los minerales críticos y donde la minería formal se consolida como el motor de empleo y crecimiento. La inestabilidad regulatoria contrasta con la posición histórica de Perú como un país «amigable con la minería,» amenazando su posición como plaza atractiva para el desarrollo de grandes yacimientos de cobre.
- El Oro Ilegal y la Minería como Foco de Oportunidad
Irónicamente, la minería formal en Perú aún es vista por JP Morgan como un sector con potencial significativo, impulsando previsiones de utilidades favorables, particularmente en el sector de materiales (minería). Sin embargo, el telón de fondo de la inestabilidad política ha coincidido con el crecimiento exponencial de la minería ilegal, la cual mueve miles de millones de dólares y es infiltrada por el crimen organizado. Para los inversionistas, el desafío de Perú se resume en garantizar una «transición ordenada» que no detenga el desarrollo de proyectos clave ni dé mensajes contradictorios al capital, ya que la minería, especialmente la de cobre, es la verdadera gran oportunidad para triplicar el PBI del país. Analistas del banco señalaron que estas acciones generan una «extrapolación negativa» para la inversión, afectando directamente a grandes proyectos de cobre como Quellaveco (Anglo American) y aumentando las primas de riesgo país, lo cual encarece el capital para las mineras. Esto subraya cómo las decisiones unilaterales y la percepción de inseguridad jurídica pueden frenar miles de millones de dólares en inversión extranjera.