Rio Tinto reafirma su interés en invertir en el cobre estadounidense, viendo oportunidades estratégicas en la cadena de suministro nacional ante los aranceles propuestos por Donald Trump.
Rio Tinto, una de las principales compañías mineras a nivel mundial, ha manifestado su firme intención de expandir su presencia en el sector cuprífero de Estados Unidos. Esta declaración surge en el contexto del nuevo enfoque proteccionista impulsado por el expresidente Donald Trump, quien ha propuesto un arancel del 50% a las importaciones de cobre con el objetivo de fortalecer la producción nacional de este metal vital para la transición energética. Katie Jackson, directora ejecutiva de la división de Cobre de Rio Tinto, destacó que el gobierno estadounidense «reconoce cada vez más la necesidad de fuentes nacionales de cobre y otros materiales críticos», y afirmó el «fuerte deseo» de la compañía de invertir más en cobre estadounidense, identificando «oportunidades significativas» para hacer crecer su negocio en el país.
Los aranceles propuestos podrían generar un aumento considerable en los costos para sectores estratégicos como la electrónica, la automotriz y la construcción. No obstante, a pesar de la intención de reforzar la cadena de suministro nacional, analistas advierten que los largos procesos de obtención de permisos y los litigios ambientales podrían seguir siendo desafíos significativos para la ejecución de nuevos proyectos mineros en EE. UU. Rio Tinto, aunque evitó precisar el monto exacto de sus futuras inversiones, mantiene una postura favorable hacia las iniciativas de la administración estadounidense para incentivar la producción de minerales estratégicos, lo que sugiere una alineación con los objetivos de seguridad de suministro.
Uno de los pilares de la estrategia de Rio Tinto en EE. UU. es el proyecto subterráneo Resolution Copper, desarrollado en sociedad con BHP Group (con participaciones del 55% y 45%, respectivamente). Ubicado en Arizona, este proyecto recibió recientemente un respaldo judicial de la Corte Suprema, un avance crucial tras años de estancamiento. Resolution tiene el potencial de convertirse en la mina de cobre más grande de América del Norte, lo que es vital en un contexto de creciente demanda de cobre para energías limpias y redes eléctricas. Además de este proyecto, Rio Tinto ya opera una de las dos únicas fundiciones de cobre activas en Estados Unidos, a través de su filial Kennecott en Utah, fortaleciendo aún más su posición estratégica en la cadena de valor del cobre en territorio estadounidense.