La industria aurífera suiza rechaza la propuesta de trasladar operaciones a Estados Unidos. La medida, planteada para aliviar tensiones comerciales y arancelarias, es vista como innecesaria y poco rentable por los refinadores suizos, quienes consideran temporal el actual superávit de exportaciones a EE. UU.
La industria del oro suiza se opone a la idea de trasladar sus operaciones de refinación a Estados Unidos, a pesar de las presiones comerciales y un reciente aumento inusual en las exportaciones de oro hacia ese país. Esta propuesta, vista por algunos como una forma de apaciguar las negociaciones arancelarias, ha sido rechazada por los refinadores suizos, quienes la consideran de «utilidad limitada». Christoph Wild, presidente de la Asociación Suiza de Productores y Comerciantes de Metales Preciosos, argumenta que los superávits de exportación a finales de 2024 y principios de 2025 fueron un fenómeno temporal, impulsado por comerciantes que se adelantaron a posibles tarifas.
El principal punto de fricción es el proceso de refinación. El oro que se mueve de Europa a Estados Unidos debe ser revalorizado, pasando de los lingotes de 400 onzas estándar de Londres a los lingotes de 1 kilo o 100 onzas que exige la bolsa Comex estadounidense. La industria suiza, líder en este proceso, cree que construir más capacidad de refinación en Estados Unidos no resolvería los problemas fundamentales y podría generar una mayor volatilidad en el mercado.
La oposición de la industria del oro suiza destaca una posible disputa comercial entre ambas naciones. Mientras el gobierno suizo busca una manera de reducir el arancel del 39% de Estados Unidos, los refinadores insisten en que no se deben tomar decisiones apresuradas. La negativa a reubicar las operaciones se basa en la creencia de que las condiciones actuales del mercado son transitorias y que una inversión de esta magnitud no es estratégica a largo plazo.