Oleoducto reparado, pero el desafío ambiental persiste.
Petroecuador ha logrado restablecer el transporte de crudo a través del Sistema de Oleoducto Transecuatoriano (Sote), después de reparar un tramo dañado por un aluvión cerca del volcán El Reventador, en la Amazonía ecuatoriana. Aunque el deslizamiento desplazó la tubería veinte metros de su eje, la empresa estatal confirmó que no se detuvieron las exportaciones ni se apagaron pozos. La rápida intervención para instalar un nuevo trazado fue crucial para minimizar el impacto en las operaciones petroleras del país.
A pesar de la pronta reparación, el incidente ha reabierto el debate sobre la vulnerabilidad ambiental de la zona. Aunque aún no se ha cuantificado el volumen total de crudo derramado ni su impacto exacto, Petroecuador está llevando a cabo intensas labores de limpieza y monitoreo ambiental, incluyendo la colocación de barreras de contención en el río Coca y la toma de muestras de agua y suelo. Esta región ha sido escenario de derrames anteriores, con incidentes significativos en 2021 y abril de este año, lo que subraya la necesidad de soluciones a largo plazo para la infraestructura petrolera.
El Sote es una arteria vital para la economía de Ecuador, transportando el crudo amazónico hacia la costa para su refinación y exportación. La reactivación del bombeo es una buena noticia para las finanzas públicas del país, que dependen en gran medida de la producción petrolera, que ronda los 470,000 barriles diarios. Sin embargo, los recientes incidentes, sumados a los problemas en la Refinería de Esmeraldas, resaltan la urgencia de fortalecer la resiliencia de la infraestructura petrolera ecuatoriana frente a los desafíos naturales y operativos.