La producción de petróleo y gas en Colombia sufre una importante contracción en mayo de 2025, afectando los ingresos nacionales.
Colombia enfrenta una preocupante caída en su producción de hidrocarburos, con directas implicaciones en sus finanzas públicas, seguridad energética y capacidad para atraer inversión extranjera. Según la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH), en mayo de 2025, la producción fiscalizada de gas natural disminuyó un 11.3% respecto al mismo mes del año anterior, alcanzando solo 1.296 millones de pies cúbicos diarios. La situación es similar para el acumulado de los primeros cinco meses del año. Además, la comercialización de gas cayó un significativo 18.9%, mientras que la producción de petróleo se contrajo un 4.8% interanual, registrando 749.837 barriles por día en mayo.
Esta disminución en la producción de hidrocarburos se enmarca en un contexto internacional de precios deprimidos. En mayo, el barril de Brent promedió USD 64, un 6.1% menos que en abril, influenciado por tensiones geopolíticas y los anuncios de aumento de producción de la OPEP+. La incertidumbre sobre el crecimiento global también ha contribuido a la baja en la cotización del crudo. Aunque la ANH no ha especificado las causas de esta contracción, expertos del sector señalan factores estructurales como la reducción de la exploración, la incertidumbre regulatoria y los conflictos sociales en las zonas productoras.
El impacto de esta tendencia es multifacético. No solo se siente en la recaudación de regalías, un ingreso clave para el Estado colombiano, sino que también amenaza la autosuficiencia energética del país. Si la caída en la producción persiste, Colombia podría ver comprometida su capacidad para satisfacer su propia demanda de energía, lo que generaría mayores costos y dependencia de las importaciones. Es crucial que se aborden los factores subyacentes para revertir esta tendencia y asegurar la estabilidad energética y económica de la nación.