Déficit de energía firme en 2027: El fantasma de la escasez energética en Colombia.
- Amenaza de Déficit: La Demanda Supera a la Oferta
Colombia enfrenta una crisis energética inminente con proyecciones oficiales, como las de la UPME (Unidad de Planeación Minero-Energética), que sitúan un preocupante déficit de energía en firme a partir de 2027 o 2028. Este «fantasma de un apagón nacional» se debe a que el crecimiento constante de la demanda (entre un 3% y un 4% anual) está superando la capacidad real de oferta del sistema eléctrico. La «energía en firme» es la que garantiza el suministro en momentos críticos, como durante fenómenos de El Niño o sequías. Los escenarios de riesgo indican que la capacidad actual resulta insuficiente para cubrir las obligaciones futuras, lo que compromete la confiabilidad y estabilidad del sistema energético nacional.
- El Bloqueo a las Renovables y la Caída del Gas Propio
La crisis se agrava por dos factores estructurales. En primer lugar, la transición energética, priorizada por el gobierno, enfrenta serios retrasos en la entrada de proyectos de energías renovables no convencionales. Proyectos clave de energía eólica en La Guajira, que totalizan cientos de megavatios de capacidad esperada, no se ejecutarán en los plazos previstos, con algunas empresas importantes incluso retirando sus inversiones por no cumplirse los criterios de riesgo. En segundo lugar, y de manera crucial, la producción nacional de gas natural está en un declive sostenido, una tendencia que se aceleró tras la decisión de suspender la firma de nuevos contratos de exploración de hidrocarburos. Esto obliga a Colombia a una dependencia creciente de la costosa importación de Gas Natural Licuado (GNL) sin la suficiente infraestructura de almacenamiento, operando bajo márgenes críticos y encareciendo las tarifas.
- Impacto Social y Soluciones de Emergencia
La combinación de retrasos en las energías limpias y la disminución del gas propio deja a la matriz energética altamente vulnerable, con un riesgo real de interrupciones en el suministro y, más inmediatamente, un inevitable aumento en el costo de la energía eléctrica para los consumidores. Para evitar un escenario de racionamiento o apagones, la solución de emergencia pasa por acelerar las subastas de cargo por confiabilidad, enfocadas tanto en nuevas tecnologías renovables como en pequeñas centrales hidroeléctricas, y, vitalmente, en fortalecer de manera urgente la capacidad de almacenamiento e importación de gas. La estabilidad energética del país no es solo un debate técnico, sino una prioridad de seguridad nacional que requiere acciones inmediatas para evitar que el alto costo de la transición energética lo pague el bolsillo de los ciudadanos.