Chile Adopta el Estándar EITI e Impulsa la Gobernanza Global del Cobre y el Litio
Chile, líder mundial en la producción de cobre y segundo en litio, ha tomado una decisión histórica y crucial al incorporarse al Estándar EITI (Iniciativa para la Transparencia de las Industrias Extractivas). Esta adhesión, aprobada en 2025, no es un mero trámite, sino una señal contundente para los mercados internacionales: el país se compromete con la buena gobernanza y la gestión íntegra de sus multimillonarios recursos extractivos. Este paso busca asegurar que los ingresos mineros beneficien directamente a la población, fortaleciendo la confianza entre el gobierno, la industria y la ciudadanía, y consolidando a Chile como un socio confiable y responsable a nivel global.
Paralelamente a la transparencia financiera, Chile está liderando una revolución tecnológica a través de la estandarización operativa. El sector está impulsando la creación de un estándar global de interoperabilidad para la minería, buscando resolver la incompatibilidad crónica entre las diversas tecnologías y sistemas automatizados (Minería 4.0). Esta iniciativa es vital para alcanzar la máxima eficiencia operativa, reducir el riesgo y disminuir costos en faenas. Este esfuerzo por la estandarización, coordinado con entidades como el Instituto Nacional de Normalización (INN), posiciona al país como un referente en la gestión avanzada y el desarrollo tecnológico del sector.
Este nuevo enfoque normativo también abarca la sostenibilidad y la economía circular, aspectos cada vez más valorados a nivel mundial. El país está trabajando activamente en normas técnicas para la valorización de residuos mineros, como las escorias de cobre, que serán reclasificadas para su uso como áridos artificiales en la construcción. Este cambio normativo elimina barreras técnicas y regulatorias, transformando lo que antes era un pasivo ambiental en un nuevo recurso económico y una oportunidad para la industria de la construcción. Con estos esfuerzos coordinados en transparencia, tecnología y circularidad, Chile está sentando las bases de una nueva era minera que prioriza la responsabilidad sobre la mera extracción.