Chile se consolida como líder mundial en participación femenina en minería, con un 23,1% de mujeres en el sector, superando a Australia y Canadá, gracias a políticas de inclusión y programas de formación que han transformado la industria.
Un reciente estudio de la Alianza CCM-Eleva ha posicionado a Chile como el líder mundial en participación femenina en la minería. Según los datos de 2024, las mujeres representan el 23.1% de la fuerza laboral en el sector, lo que equivale a más de 12,280 trabajadoras. Este impresionante resultado marca un salto notable desde el 8.9% registrado en 2018 y coloca a Chile por delante de otras potencias mineras como Australia (21.5%) y Canadá (18.6%). Este liderazgo es resultado de un esfuerzo concertado entre el sector público y privado para promover la equidad de género.
El éxito de Chile en la inclusión femenina se debe a una serie de políticas y programas enfocados en la formación y la atracción de talento. El informe, que contó con el apoyo de 13 grandes compañías mineras, resalta la importancia de las iniciativas de equidad interna. Además, la participación de mujeres en carreras mineras en la educación superior alcanzó el 17.8% en 2024, duplicando el número de estudiantes de primer año en tan solo dos años. Este aumento demuestra el interés de las nuevas generaciones por una industria que tradicionalmente ha sido dominada por hombres, lo que indica un cambio cultural profundo y duradero.
A pesar de los logros, las autoridades y expertos advierten que el desafío ahora es la retención y el desarrollo de las mujeres en el sector. La ministra de Minería, Aurora Williams, señaló que es crucial que estas trabajadoras puedan desarrollar carreras de largo plazo. Otros expertos enfatizan que atraer talento es solo el primer paso; el verdadero reto es asegurar su permanencia y crecimiento profesional. Este monitoreo, calificado como una «buena práctica replicable» por la ministra de la Mujer y Equidad de Género, muestra que la minería chilena está en un proceso de transformación para consolidarse como una industria no solo productiva, sino también inclusiva y equitativa.