El gobierno chileno destinará más de US$420 millones a la pequeña minería en la región de Coquimbo. La inversión, la más alta en la historia de la región, busca modernizar las faenas, fomentar la formalización y reactivar la economía local en un sector clave para el desarrollo social.
El gobierno de Chile, a través del Programa de Asistencia y Modernización de la Pequeña Minería (PAMMA), ha anunciado una inversión récord de más de US$420 millones para la pequeña minería en la región de Coquimbo. Este desembolso, calificado por la ministra de Minería, Aurora Williams, como un compromiso con los pequeños productores, tiene como objetivo principal potenciar sus faenas y fomentar su formalización. Aunque este sector representa solo el 3% de la producción nacional de cobre, su importancia es estratégica en las economías locales, ya que genera empleo familiar y moviliza la economía regional.
El programa PAMMA se estructura en cuatro ejes principales, diseñados para atender las necesidades específicas del sector. Entre ellos, el PAMMA Desarrolla y Equipa facilita la adquisición de equipos, como lo demostró el minero Francisco Cortés, que pudo comprar un compresor, liberando recursos para contratar más mano de obra. El PAMMA Inicia apoya la formalización de nuevos emprendimientos, mientras que el PAMMA Gremios se enfoca en fortalecer las asociaciones y cooperativas, impulsando la colaboración y la sostenibilidad. Además, se lanzó un fondo especial para la formalización, con un convenio que busca agilizar el proceso para los pequeños productores.
La inversión en la pequeña minería demuestra el compromiso del gobierno y las autoridades regionales para impulsar un sector más competitivo y sustentable. El gobernador de Coquimbo, Cristóbal Juliá, destacó que se logró destrabar financiamiento que llevaba años paralizado y que se buscará ampliar estos recursos en el futuro. Este esfuerzo conjunto busca asegurar la continuidad de una actividad que es fundamental para la diversificación económica de la región, al mismo tiempo que promueve una minería responsable y formal que beneficia directamente a las comunidades locales.