Antofagasta plc aumenta su EBITDA en casi un 60% en el primer semestre, superando las previsiones del mercado gracias a una mayor producción y a los precios récord del cobre, consolidando su liderazgo en la industria minera chilena.
Antofagasta plc, la minera chilena controlada por la familia Luksic, ha reportado resultados financieros excepcionales para el primer semestre de 2025. Su ganancia básica, medida por el EBITDA, se disparó casi un 60%, alcanzando los US$2,230 millones, superando las previsiones de los analistas. Este impresionante crecimiento se atribuye a dos factores clave: una mayor producción de cobre y el favorable aumento en el precio del metal, un insumo crucial para la transición energética. Como reflejo de esta solidez, la compañía anunció un aumento significativo en su dividendo provisional, de 7.9c a 16.6c por acción, un claro beneficio para sus accionistas.
El director general, Iván Arriagada, se mostró optimista sobre el futuro de la compañía, proyectando un crecimiento de más del 30% en la producción a mediano plazo. Para lograr este objetivo, Antofagasta planea una aceleración de su gasto de capital, con una inversión de US$3,900 millones en 2025, un aumento considerable respecto a los US$2,700 millones invertidos en 2024. La mayor parte de esta inversión se destinará a la ampliación de la concentradora Centinela, un proyecto clave para el futuro crecimiento de la minera. A diferencia de otras compañías del FTSE100, Antofagasta ha sabido capitalizar la tendencia ascendente del cobre en el mercado global.
En cuanto a su estrategia de expansión, Antofagasta también tiene la mira puesta en su proyecto Twin Metals en Minnesota, Estados Unidos. Aunque la iniciativa se encuentra actualmente paralizada por la falta de permisos ambientales de la administración Biden, la compañía ve una «oportunidad» para avanzar. Esta perspectiva se da en un contexto comercial complejo en EE.UU., marcado por la imposición de un arancel del 50% al cobre por parte del expresidente Donald Trump. A pesar de los desafíos, el favorable panorama para el cobre, con proyecciones que superan los US$12,000 por tonelada antes de 2030, y el sólido desempeño financiero de Antofagasta, la posicionan para un crecimiento sostenido y rentable.