Codelco solicita reactivar operaciones en El Teniente tras el derrumbe que paralizó la producción, mientras el regulador exige informes técnicos para garantizar la seguridad de la mina subterránea más grande del mundo.
La estatal Codelco ha presentado una solicitud formal ante el Servicio Nacional de Geología y Minería (Sernageomin) para reanudar sus operaciones en la mina El Teniente. La actividad minera subterránea en el yacimiento fue completamente suspendida tras el fatal derrumbe que dejó seis mineros fallecidos. El Teniente, considerado la mina subterránea de cobre más grande del mundo, produce más de 300,000 toneladas métricas anuales, por lo que su paralización tiene un impacto significativo. Sin embargo, la reanudación no es inmediata, ya que ocurre en medio de un riguroso proceso de fiscalización por parte de las autoridades chilenas.
Para poder levantar la suspensión, Sernageomin ha exigido a Codelco la entrega de cuatro informes técnicos que analicen las causas y consecuencias del colapso. Hasta el momento, Codelco ha respondido a tres de estos requerimientos, lo que demuestra la seriedad del proceso de evaluación. Mientras se espera la decisión final, la compañía está llevando a cabo labores de limpieza y mantenimiento en las plantas de procesamiento y fundición, además de mantener activos los hornos de ánodos para conservar la infraestructura en óptimas condiciones. Sin embargo, una fuente cercana a las operaciones reveló que la paralización de la minería subterránea ha generado una escasez de mineral, lo que ha impactado el procesamiento.
La situación actual en El Teniente subraya la complejidad de la minería moderna, donde la seguridad debe ser la máxima prioridad. La decisión de Codelco de solicitar la reanudación de las faenas es un paso natural, pero la respuesta de las autoridades chilenas marcará un precedente importante sobre los estándares de seguridad en minas subterráneas de gran escala. El futuro inmediato del yacimiento dependerá de la capacidad de Codelco para demostrar que ha abordado adecuadamente los riesgos geológicos y que puede garantizar la integridad y seguridad de sus operaciones para evitar futuras tragedias.