Minería Acelera el PIB: Chile supera expectativas con un crecimiento del 3.1% en Q2 impulsado por el boom del cobre y la inversión.
Chile ha enviado una señal impactante y altamente trending al mercado global al registrar un crecimiento de su Producto Interno Bruto (PIB) del 3.1% interanual durante el segundo trimestre. Este resultado no solo superó las expectativas de los analistas, sino que también consolidó la trayectoria de recuperación económica del país. El factor clave detrás de este salto fue el fuerte impulso de la minería, que creció un 4% gracias a un mejor rendimiento de las plantas concentradoras de cobre y a la mejora en las leyes del mineral. Además, el crecimiento se vio robustecido por el dinamismo de otros sectores como los servicios personales, el comercio y la industria manufacturera.
El verdadero motor de este crecimiento positivo, y lo que lo hace más relevante para la inversión, fue el espectacular repunte de la Formación Bruta de Capital Fijo (inversión), que se expandió un 5.6%. Este aumento, el mayor en los últimos tres años, refleja una mayor confianza del sector privado y un incremento en la adquisición de maquinaria y equipo, cruciales para modernizar la infraestructura minera y productiva. El desempeño es aún más notable en un contexto global incierto, demostrando que el pragmatismo económico y la estabilidad institucional de Chile están dando frutos, atrayendo capitales y manteniendo el dinamismo productivo.
Las cifras, publicadas por el Banco Central, muestran que este crecimiento no es solo un fenómeno centralizado: quince de las dieciséis regiones del país experimentaron avances, con regiones netamente mineras como Atacama y Antofagasta liderando el despegue económico. Sin embargo, el informe también revela una dependencia crítica al sector: la única región que se contrajo fue Tarapacá, afectada por una menor actividad en su minería del cobre. Este panorama, aunque mayormente optimista, subraya la necesidad de diversificación, pero confirma que el cobre chileno y la inversión en el sector primario son, hoy por hoy, el principal motor de crecimiento de la economía de la Alianza del Pacífico.