El Distrito Vicuña de Argentina, considerado el mayor hallazgo de cobre en 30 años, enfrenta tensiones por la contratación de personal extranjero, en un mercado global con escasez de oferta.
El Distrito Vicuña, un ambicioso proyecto minero binacional que incluye los proyectos Josemaría y Filo del Sol en Argentina, ha generado altas expectativas al ser considerado el mayor hallazgo de cobre en tres décadas. Liderado por BHP y Lundin Mining a través de Vicuña Corp., la iniciativa busca potenciar la producción de cobre, plata y oro. Sin embargo, el proyecto ha generado tensiones internas debido a la contratación de técnicos chilenos y extranjeros, lo que ha provocado malestar en gremios mineros argentinos, como Cadim y Asijemin. Estas agrupaciones reclaman una mayor participación de profesionales locales en la toma de decisiones y en la ejecución del proyecto, contradiciendo el compromiso de la empresa con el desarrollo local.
Según Francisco Almenzar de Cadim, hay «molestia con cualquier empresa que no considere a los excelentes profesionales de nuestras provincias». Por su parte, Marcelo Mena de Asijemin, ha exigido que al menos el 70% del personal sea argentino o radicado en el país. Mario Capello, exsubsecretario de Minería, hizo un llamado a la «sinergia y no antinomia» en la contratación, subrayando la importancia de equilibrar el talento internacional con la fuerza laboral local. Estas tensiones ponen de manifiesto los desafíos sociales y laborales que enfrentan los megaproyectos mineros, incluso en un contexto de alta demanda de recursos.
En paralelo, el mercado global del cobre enfrenta una presión significativa. Según Plusmining, nueve de las 15 mayores productoras del mundo proyectan una caída en su producción para 2025, equivalente a un retroceso de 257 mil toneladas. El presidente de Codelco, Máximo Pacheco, ha advertido que «el mundo va a necesitar un 3% más de cobre en 2025 y no se va a producir ni una tonelada de sobra». Esta brecha entre demanda y producción resalta la urgencia de asegurar nuevos proyectos como Vicuña, que podrían ser cruciales en un mercado cada vez más tensionado por la transición energética y la electrificación global. La resolución de las tensiones laborales en Argentina es clave para que el Distrito Vicuña pueda aportar su potencial al mercado global en el momento preciso.