Gualcamayo busca una inversión de US$ 665 millones para una nueva mina de oro en Argentina. La compañía confía en el Régimen de Incentivo a Grandes Inversiones (RIGI) para asegurar la seguridad jurídica, proyectando triplicar su producción actual con el proyecto Carbonatos Profundos.
La mina de oro Gualcamayo, ubicada en Argentina, planea una inversión de US$ 665 millones para desarrollar un nuevo proyecto denominado Carbonatos Profundos. El plan busca la aprobación del Régimen de Incentivo a Grandes Inversiones (RIGI), un marco que ofrece beneficios fiscales y seguridad jurídica para grandes capitales. Ricardo Martínez, director ejecutivo de Minas Argentinas, explicó que la cifra de inversión fue ajustada desde los US$ 1,000 millones para cumplir con los requisitos del RIGI, ya que el respaldo legal es vital para un proyecto de esta magnitud en el país.
El proyecto Carbonatos Profundos, que se ubicará debajo de la mina actual, se centrará en la explotación de sulfuros. Para ello, se construirá una planta de oxidación a presión y un parque solar de 50 MW para garantizar la energía. Con este plan, la compañía proyecta producir 120,000 onzas de oro anuales a partir de 2029, triplicando su producción actual de 50,000 a 55,000 onzas. Además, la mina tendría una vida útil de 17 años y generaría exportaciones anuales de cerca de US$ 400 millones, impulsadas por la alta demanda y el favorable precio del oro.
El potencial de la nueva mina es inmenso. El yacimiento contiene reservas económicamente viables de 3 millones de onzas de oro y recursos certificados de 5 millones de onzas, todo en solo el 3% de las 40,000 hectáreas concesionadas por la compañía. Esto abre la puerta a una futura expansión del proyecto. El éxito de Gualcamayo dependerá de que el gobierno mantenga el RIGI, una medida que, según el director ejecutivo, es crucial para atraer capitales y permitir que Argentina capitalice su potencial minero en un momento en que la demanda de oro es muy alta.