La «Nueva Minería» Argentina: De Potencial a Motor Clave de Divisas y Empleo Récord
Argentina se encuentra en el umbral de una transformación económica impulsada por la «Nueva Minería», con el litio y el cobre como principales motores. El país se ha posicionado como el tercer productor mundial de litio y alberga el 20% de los recursos globales, un activo estratégico vital para la transición energética y la fabricación de baterías. Se proyecta que el sector minero, que incluye también importantes proyectos de oro y plata, experimente un crecimiento explosivo de las exportaciones, con estimaciones que superan los US$ 5.100 millones y que podrían triplicarse hacia 2030, permitiendo a la minería consolidarse como el tercer motor generador de dólares para la economía nacional, después de los alimentos y el petróleo.
Este boom minero no es solo una promesa geológica, sino una realidad palpable en términos de inversión y desarrollo. Argentina ha logrado captar la atención global, posicionándose en sexto lugar mundial en presupuestos de exploración minera en 2024, superando a competidores tradicionales como Perú. El país ya cuenta con 25 proyectos mineros en operación y construcción, muchos de ellos en el llamado «Triángulo del Litio» (Catamarca, Salta y Jujuy). Proyectos de cobre megamillonarios y el avance en litio han demostrado la confianza de las grandes empresas internacionales, con inversiones que rondan miles de millones de dólares, lo que a su vez ha hecho «más factible la participación de capitales nacionales», especialmente en el sector del litio.
Para que esta bonanza geológica se sostenga, Argentina debe enfocarse en la competitividad y la estabilidad. El sector minero ha reclamado un marco legal sólido que asegure las inversiones a largo plazo, destacando positivamente el impacto de normativas recientes como el Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI). Además del ingreso de divisas y el superávit comercial, el impacto social es notorio: el empleo minero formal está en crecimiento, con una proyección de generar hasta 200 mil puestos de trabajo hacia 2032, y con una notable alza en la participación femenina. La clave para la Argentina será demostrar al mundo que, además de tener el recurso, tiene la experiencia operativa, la infraestructura y las reglas claras para producir de manera consistente y a bajo costo lo que promete.