Estrategia Global: AngloGold Ashanti Redefine Prioridades, Dejando Incierto el Futuro de Cerro Vanguardia tras 27 Años.
AngloGold Ashanti, la gigante minera sudafricana, ha puesto en marcha un proceso de desinversión que sacude a la industria argentina, especialmente en la provincia de Santa Cruz. La compañía ha anunciado su intención de vender su participación mayoritaria (92.5%) en la mina de oro y plata Cerro Vanguardia, una operación emblemática que ha sido una fuente de empleo y desarrollo por casi tres décadas. La razón de este movimiento es puramente estratégica y financiera: la mina, con 27 años de explotación intensiva, se encuentra en una etapa de declinación productiva. Para la multinacional, el activo ya no encaja en su enfoque global de priorizar proyectos de alto rendimiento y bajo costo, moviendo su capital hacia nuevas y más rentables oportunidades en otras regiones del mundo.
Este retiro no es una sorpresa, sino el resultado de una reestructuración de negocios que busca maximizar el retorno para sus accionistas. El CEO de la compañía fue claro al señalar que Cerro Vanguardia es un activo que ya no es una prioridad para inversión futura, dados los desafíos técnicos y la dificultad para extender su rentabilidad más allá del plazo proyectado. Este anuncio genera una profunda incertidumbre económica y social en la región de Puerto San Julián, donde la mina es uno de los principales motores de empleo. La preocupación se centra en el futuro de los más de 1,800 trabajadores y en la continuidad de un yacimiento que ha impulsado la economía de Santa Cruz.
A pesar de la inminente salida de AngloGold Ashanti, la vida de Cerro Vanguardia aún tiene un respiro gracias a una estrategia dual. Por un lado, la propia subsidiaria local, Cerro Vanguardia S.A., ha estado trabajando activamente en un quinto plan de cierre de mina con foco en la sostenibilidad, demostrando planificación y cumplimiento normativo. Por otro lado, la operación ha asegurado una opción de compra sobre el proyecto de exploración cercano, Michelle, con una inversión de US$14 millones. Esta adquisición busca integrar el nuevo recurso al proceso actual, con la esperanza de extender la vida útil de la mina por unos cinco años adicionales. La gran pregunta ahora es qué nueva empresa tomará el control y si el gobierno provincial (dueño del 7.5% a través de Fomicruz) logrará garantizar la continuidad laboral y productiva en esta nueva era.


