El Sector Minero Peruano Muestra Resiliencia Pese a la Incertidumbre Política
Una noticia de alto impacto está marcando la pauta en los mercados: el sector minero peruano ha demostrado una notable resiliencia operativa y económica a pesar de la constante incertidumbre política interna. Esta es una tendencia crucial que subraya la robustez de las inversiones en el país. A pesar de los frecuentes cambios de gabinete, las tensiones sociales y los retos regulatorios, la producción de metales claves, como el cobre, se mantiene fuerte, lo que garantiza el flujo de divisas y los ingresos fiscales esenciales para la economía nacional.
El motor de esta estabilidad es la naturaleza a largo plazo de los megaproyectos mineros. Una vez que una mina de clase mundial está operativa, su paralización total resulta inviable económicamente, lo que obliga a las empresas a mantener la producción mientras gestionan activamente el riesgo político y social. La tendencia es que el sector ha desarrollado sofisticados mecanismos de gestión de crisis y diálogo descentralizado, permitiendo que la «máquina» productiva siga funcionando incluso en medio de la inestabilidad institucional en Lima.
El desafío final es transformar la resiliencia en expansión. Si bien las minas existentes siguen produciendo, la cartera de nuevos proyectos de inversión se mantiene en riesgo debido a la falta de predictibilidad y la lentitud en la aprobación de permisos. La tendencia a futuro es que el potencial de Perú para convertirse en el principal productor de cobre del mundo solo se desbloqueará si el Estado logra un pacto de estabilidad política que brinde seguridad jurídica y administrativa al capital, permitiendo que miles de millones de dólares en inversión se materialicen.


