Cillóniz Propone un Modelo Autónomo para Desbloquear la Inversión
Fernando Cillóniz ha irrumpido en el debate nacional con una propuesta de impacto radical: la creación de un Modelo Autónomo de Gestión Minera para Perú, la cual se posiciona como una tendencia crítica ante la parálisis burocrática del sector. La iniciativa es una respuesta directa al estancamiento de una cartera de proyectos valorada en más de US$53 mil millones, que se ve sofocada por la politización excesiva y la ineficiencia en la tramitación de permisos. El modelo busca emular el éxito de gestiones técnicas y descentralizadas, eliminando la interferencia política que ha convertido al proceso de licencias en un laberinto de años.
La esencia de la propuesta es altamente disruptiva. Cillóniz argumenta que la única manera de desatar el potencial minero—el motor económico más importante de Perú—es sacar la gestión de la minería de las manos de la burocracia tradicional y confiarla a un cuerpo técnico y ágil con autonomía presupuestaria. El impacto de tal reforma sería drástico: agilizaría los tiempos de aprobación de Estudios de Impacto Ambiental (EIA) y licencias, que actualmente toman años y son el principal factor que desvía capital de inversión hacia jurisdicciones mineras rivales como Chile y Argentina.
El debate que genera esta propuesta es la tendencia política central en Perú. Si bien la necesidad de una gestión más eficiente es reconocida, el modelo autónomo implica una significativa pérdida de poder y control por parte de las instituciones estatales existentes. El desafío es mayúsculo: lograr el consenso político para implementar una reforma estructural de este calibre. El futuro de Perú como líder mundial en la producción de cobre depende de que se adopten medidas que garanticen la seguridad y la celeridad que exigen las grandes inversiones. El modelo de Cillóniz se convierte en la prueba de fuego de la voluntad política peruana.


