La Minería Contribuye con Miles de Millones, Pero la Recaudación Fiscal Cae por Precio e Inestabilidad.
El sector minero se mantiene como una columna vertebral de las finanzas públicas, contribuyendo con un porcentaje sustancial—a menudo superior al 10%—de la recaudación tributaria total de la nación, mediante impuestos a la renta, IGV y regalías. Esta masiva inyección de capital es vital, no solo para las arcas centrales del Estado, sino también para las transferencias regionales (Canon Minero), las cuales son esenciales para financiar infraestructura y desarrollo social en las zonas productoras. Esta cifra macroeconómica es el punto de partida para entender la profunda dependencia fiscal del país hacia el rendimiento de sus metales.
No obstante, la tendencia más impactante es la creciente volatilidad en la recaudación tributaria minera. A pesar de los volúmenes de producción, los informes señalan una disminución o un estancamiento en la recaudación interanual, lo que genera alarma fiscal. Este fenómeno es multifactorial: se debe principalmente a la fluctuación de los precios internacionales de metales clave como el cobre y el oro, y a factores internos como el aumento de los costos operativos y, crucialmente, la paralización o retraso de grandes proyectos de inversión. La incapacidad de mantener una producción estable y creciente se traduce directamente en un agujero fiscal que afecta la planificación presupuestaria nacional.
La inestabilidad en la recaudación tributaria no es solo un problema de números fríos; tiene un impacto social directo al reducir los fondos que llegan a las regiones a través del Canon. Por lo tanto, el gran desafío y la tendencia urgente es la necesidad de estabilizar y diversificar la producción minera. Los expertos y el gobierno coinciden en que la única forma de asegurar un flujo fiscal predecible es acelerar la ejecución del portafolio de inversión de US$54.600 millones, garantizando que el sector minero no solo sea grande, sino sostenible y constante en su contribución fiscal, para asegurar el desarrollo económico a largo plazo.

