Proyecta el Fin de la Dependencia del Agua Continental en Minería Chilena.
Un informe reciente de la Comisión Chilena del Cobre (COCHILCO) revela una transformación histórica en el uso de recursos hídricos en la minería nacional, marcando una tendencia de impacto global en la sostenibilidad. Las proyecciones hasta 2035 indican un drástico y planificado abandono del agua dulce: se espera que el consumo de agua continental por parte de la minería del cobre se reduzca en aproximadamente un 45% durante el periodo proyectado. Esta disminución monumental responde a la creciente presión social y ambiental, asegurando la viabilidad operativa a largo plazo de la industria, que es esencial para la economía del país.
El factor compensatorio de este cambio es lo que establece la tendencia. COCHILCO proyecta que el uso de agua de mar desalinizada se disparará hasta convertirse en la principal fuente hídrica de la minería chilena, superando el 70% del total de la matriz de agua utilizada para el año 2035. Este porcentaje no solo es una cifra impactante, sino que simboliza la inversión masiva en infraestructura (plantas desalinizadoras y ductos) que la industria ha realizado para desvincular su crecimiento de la escasez de agua en las cuencas del norte. Chile se está consolidando así como un líder mundial en la gestión hídrica minera.
En síntesis, aunque la demanda total de agua por la minería seguirá creciendo debido a la expansión de las operaciones, la composición de esa demanda será radicalmente diferente. Este cambio estratégico garantiza que la industria minera chilena pueda continuar su rol fundamental en el suministro de cobre al mundo —un metal clave para la transición energética—, mientras alivia significativamente la presión sobre el consumo humano y agrícola. El informe de COCHILCO no es solo una proyección; es la hoja de ruta que establece un nuevo estándar de sostenibilidad global para la minería en zonas hiperáridas, asegurando su licencia social y ambiental para las próximas décadas.

