División Gabriela Mistral de Codelco Recertifica Normas Ambientales Globales, Reforzando la Tendencia del Metal Rojo Responsable.
La División Gabriela Mistral (DGM) de Codelco, la gigante minera estatal chilena, ha logrado un hito crucial al revalidar con éxito su Certificación ISO 14001:2015. Este logro, conseguido tras una rigurosa auditoría externa en terreno, no es un mero trámite, sino una poderosa declaración sobre el futuro de la minería. En un mundo que exige cada vez más trazabilidad y responsabilidad, esta recertificación consolida el Sistema de Gestión Ambiental (SGA) de la DGM y la alinea con los más altos estándares internacionales. Para Codelco, el mayor productor de cobre del mundo, asegurar que sus operaciones cumplan con estas exigencias es fundamental para su legitimidad social y su posición en los mercados globales.
La importancia de este hito va más allá de la gestión interna. Mantener la certificación ISO 14001 es un requisito clave para la Bolsa de Metales de Londres (LME) y Comex, asegurando que el cátodo de cobre de Gabriela Mistral pueda seguir cotizando y siendo reconocido internacionalmente. Esto es especialmente impactante porque el cobre se ha convertido en el metal estratégico para la transición energética global, siendo esencial para la electromovilidad y las energías renovables. La premisa es clara: el planeta necesita cobre para la neutralidad de carbono, y Codelco se está posicionando para suministrarlo de la única forma que el mercado acepta hoy en día: de manera responsable y sostenible.
La recertificación de DGM, sumada al compromiso corporativo de Codelco de ser una empresa carbono-neutral a 2050, subraya una tendencia irreversible en la minería: la sostenibilidad ya no es una opción, sino un imperativo de negocio. Este proceso exige a la división ir más allá del cumplimiento, innovando y demostrando un compromiso real con el entorno, las comunidades y los derechos humanos. De hecho, la DGM busca activamente extender su vida útil hasta 2055, incluyendo la ambiciosa meta de cesar el uso de aguas continentales para sus operaciones en 2035, demostrando que la rentabilidad a largo plazo y la protección ambiental deben ser caras de la misma moneda.


