Oyu Tolgoi: La Mina de Cobre Más Valiosa del Mundo Supera Obstáculos y se Consolida como Actor Clave en la Transición Energética.
Rio Tinto ha logrado un hito monumental al avanzar con éxito en la producción subterránea del proyecto de cobre y oro Oyu Tolgoi en Mongolia, destinado a convertirse en la cuarta mina de cobre más grande del mundo para 2030. Ubicado en el desierto de Gobi, el yacimiento es crucial, ya que se estima que el 80% de su riqueza mineral reside en sus reservas subterráneas. La producción a pleno rendimiento se proyecta en unas 500,000 toneladas de cobre al año entre 2028 y 2036, una cantidad suficiente para equipar alrededor de seis millones de vehículos eléctricos anualmente. Este avance es una inyección de optimismo vital para el mercado global, que demanda desesperadamente más cobre para la transición energética.
Sin embargo, el camino hacia este gigantesco objetivo ha estado pavimentado con controversias, retrasos y sobrecostos. El proyecto, con una inversión superior a los US$7,000 millones, ha enfrentado años de litigios y tensas disputas con su socio, el Gobierno de Mongolia (propietario del 34% de la mina). Además, Rio Tinto tuvo que lidiar con demandas por presunto fraude de accionistas minoritarios, a quienes se acusó de ocultar problemas financieros y de cronograma. Un reciente acuerdo judicial de US$138.75 millones en Estados Unidos busca poner fin a este espinoso capítulo legal, permitiendo a la minera enfocarse completamente en la operación y en mantener la buena relación con el gobierno mongol, clave para la continuidad del proyecto.
Más allá de la extracción de cobre, Oyu Tolgoi se está posicionando como un laboratorio de innovación minera. El proyecto está siendo gestionado con sistemas de monitoreo avanzados y tecnología de telecomando, y ha dado un paso de tendencia al lanzar un proyecto piloto con la corporación China’s State Power Investment Corporation para probar una flota de camiones de acarreo eléctricos con tecnología de intercambio de baterías. Esta iniciativa subraya el compromiso de Rio Tinto con la reducción de la huella de carbono en una de las faenas mineras más remotas y grandes del planeta, asegurando que el «cobre de Mongolia» no solo impulse la electromovilidad global, sino que también se produzca de manera más limpia.

