El Precio del Oro Sufre su Mayor Desplome en Años Tras Tocar Máximos Históricos: ¡Corrección Brutal del 6%!
El mercado global del oro experimentó un evento impactante y tendencia: una corrección drástica y brutal en su precio, registrando su mayor caída porcentual en años, llegando a desplomarse más del 6% en una sola jornada. Este retroceso se produjo inmediatamente después de que el metal precioso alcanzara un nuevo récord histórico por encima de los $4.380 dólares por onza. La fuerte subida del oro, que había escalado alrededor de un 50% en el año, se debió a factores de incertidumbre global como la debilidad del dólar, las expectativas de recortes de tasas de interés y la continua compra por parte de bancos centrales como activo de reserva, elementos que lo habían impulsado a una racha de nueve semanas consecutivas de ganancias.
La causa principal detrás de este súbito derrumbe es la recogida masiva de beneficios por parte de los inversionistas, quienes decidieron asegurar las ganancias acumuladas tras la vertiginosa escalada. A esto se suma la moderación del sentimiento de riesgo en los mercados, ligada a la esperanza de una mayor distensión en las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China. Este mejor ambiente geopolítico y la posibilidad de que la economía estadounidense muestre mayor solidez de lo previsto, reducen la demanda del oro como un activo de «refugio seguro». El movimiento fue tan violento que el oro pasó de superar los $4.300 a negociarse por debajo de los $4.100 en un ajuste técnico acelerado.
La caída del oro no fue un fenómeno aislado; la plata sufrió un impacto aún mayor, con un desplome de hasta el 8% en la misma jornada, demostrando una amplia liquidación en el sector de metales preciosos. A pesar de esta corrección histórica, muchos analistas de Wall Street y expertos del mercado sugieren que los fundamentos a largo plazo que impulsaron el oro se mantienen sólidos, incluyendo las compras de los bancos centrales y el papel del metal como reserva de valor en un contexto de persistente inestabilidad económica y geopolítica. Aunque la racha meteórica ha frenado, la volatilidad ha aumentado y el mercado está ahora en una fase de consolidación, luchando por definir si esta es una burbuja pinchada o un retroceso necesario para una nueva escalada.


