La Explosión Minera que Quintuplicar las Exportaciones
Argentina se ha consolidado como la gran promesa minera de la próxima década, y el litio es el motor de esta transformación. El país, que forma parte del crucial «Triángulo del Litio» junto a Chile y Bolivia, concentra cerca del 21% de las reservas mundiales. Con 62 proyectos en diversas etapas de desarrollo, Argentina proyecta un crecimiento histórico en su producción de «oro blanco», con estimaciones que apuntan a un aumento del 77% para 2025 y la ambición de multiplicar por ocho las ventas de litio al mundo en los próximos años. Este auge no solo busca posicionar al país entre los líderes globales, sino también generar un nuevo «agro para el siglo XXI», dinamizando las economías regionales de Catamarca, Salta y Jujuy.
La clave de este potencial reside en la atracción masiva de Inversión Extranjera Directa (IED). El Gobierno argentino ha presentado un plan ambicioso en foros internacionales, estimando que la inversión minera pasará de US$ 1.388 millones en 2025 a US$ 7.510 millones en 2026, impulsada por medidas de promoción de inversión como el Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI). Este desembolso de capital extranjero es vital para que la minería cumpla su promesa de quintuplicar las exportaciones totales del sector en la próxima década. La confianza inversora, reforzada por la agilización de trámites y la creación de un marco normativo más favorable, está permitiendo que nuevos proyectos de litio y cobre, como Josemaría y Los Azules, avancen hacia la producción a gran escala.
Sin embargo, el desafío más impactante para Argentina es ir más allá de la simple exportación de materia prima. La tendencia actual es generar valor agregado y avanzar en la industrialización del litio. Esto implica transformar el carbonato de litio —el compuesto base que Argentina produce a partir de salmueras— en productos de mayor complejidad, como materiales activos con litio e incluso celdas y packs de baterías de ion-litio. El Gobierno ha creado un Régimen de Promoción que otorga beneficios fiscales a quienes inviertan en esta cadena de valor, buscando que el país se convierta en un proveedor confiable y responsable de productos clave para la transición energética global, en lugar de ser solo un extractivista.