Chile Pierde Terreno en Atractivo Minero: La Competencia con Perú se Intensifica
La reputación de Chile como líder minero indiscutible en la región está bajo amenaza. El país ha experimentado un descenso constante en el Índice de Atractivo para la Inversión del Instituto Fraser en los últimos cinco años, pasando del puesto 8 en 2019 al 31 a nivel mundial en el informe más reciente de 2024. Aunque Chile mejoró su puntuación en el último año, esta recuperación no logra revertir la tendencia a la baja, ubicándolo lejos de sus mejores niveles de inversión. La caída se atribuye a preocupaciones de los inversionistas no solo sobre la base geológica, sino, crucialmente, sobre factores de política pública como la lentitud en la tramitación de permisos, la estabilidad regulatoria y la competitividad fiscal.
Mientras Chile intenta frenar su caída, su vecino Perú se consolida como un competidor formidable, demostrando una recuperación notable en la confianza inversora. Perú escaló del puesto 59 al 40 en el ranking de 2024, reduciendo significativamente la brecha histórica con Chile. El avance peruano, impulsado por una mejora en la percepción de políticas y una robusta inversión en infraestructura, evidencia que los factores políticos y regulatorios son tan importantes como el potencial geológico. Este estrechamiento de la distancia competitiva obliga a Chile a reevaluar su estrategia, ya que la inversión en exploración y desarrollo de nuevos proyectos se vuelve más sensible a la burocracia y la inestabilidad.
Para mantener su liderazgo global en la producción de cobre, Chile requiere una estrategia urgente e integral que aborde los problemas de gestión estatal. Es fundamental simplificar la burocracia mediante la creación de «ventanillas únicas» para la tramitación de permisos y fortalecer las campañas de promoción internacional. Los expertos también sugieren implementar incentivos fiscales temporales para nuevos proyectos y aumentar la inversión pública en la actualización de la información geológica del país, un aspecto en el que Canadá, un competidor clave, ya invierte significativamente más. Solo con una política minera estable y proactiva podrá Chile asegurar el capital necesario para sus grandes proyectos de cobre y mantener a raya la creciente competencia regional.