EE. UU. Asegura su Defensa: La Alianza Estratégica con Glencore Rompe la dependencia del Antimonio Chino.
El panorama de la seguridad de la cadena de suministro en EE. UU. ha dado un giro impactante con la noticia de que Perpetua Resources está negociando activamente una asociación con gigantes mundiales, incluyendo a Glencore, para establecer la capacidad de refinación de antimonio en suelo estadounidense. Este movimiento es de máxima tendencia y tiene implicaciones geopolíticas directas: busca crear la primera cadena de suministro completa de antimonio en el país en décadas. Este mineral es clasificado como crítico por el Departamento de Defensa debido a su uso insustituible en la fabricación de municiones, misiles, balas perforadoras de blindaje y tecnología de visión nocturna, además de ser vital para paneles solares y baterías.
La urgencia detrás de esta asociación se intensificó tras la decisión de China de prohibir las exportaciones de antimonio a EE. UU., un país que actualmente depende al 100% de las importaciones, con el control de más del 90% de la producción mundial concentrado en China, Rusia y Tayikistán. El proyecto Stibnite Gold en Idaho, operado por Perpetua, ya recibió la aprobación gubernamental para comenzar la construcción y posee la única reserva conocida de antimonio en EE. UU. La mina, respaldada por la Ley de Producción de Defensa y potencialmente el Banco EXIM, proyecta cubrir hasta el 35% de la demanda anual del país en sus primeros años.
La negociación con empresas como Glencore, Trafigura y otras es fundamental, ya que si bien Perpetua extrae el mineral, carece de las instalaciones domésticas a gran escala para refinarlo. Al lanzar una solicitud formal de propuestas (RFP) y buscar seleccionar un socio para fines de 2025, Perpetua está cerrando el eslabón perdido de la cadena: el procesamiento. Esta alianza no solo garantiza un suministro vital para la seguridad nacional y la transición energética de EE. UU., sino que también marca el resurgimiento de la minería responsable en el país, pues el proyecto Stibnite incluye un plan de restauración para remediar impactos ambientales históricos en la zona.