La «Minería Verde» es Tendencia: Perú y Noruega sellan alianza estratégica para transformar el sector y combatir la deforestación.
Perú, uno de los gigantes mineros de la región, y Noruega, un líder mundial en sostenibilidad y transición energética, han elevado su cooperación a un nivel estratégico, enfocando sus esfuerzos conjuntos en la lucha contra el cambio climático y la deforestación en la Amazonía. Aunque el acuerdo se centra en la reducción de más de 44 millones de toneladas de CO2 para proteger la selva, la alianza tiene una repercusión directa y altamente impactante en la minería. El objetivo es claro: trasladar el expertise noruego en estándares ambientales y tecnología de punta para modernizar el sector peruano, promoviendo una «minería verde» que minimice el impacto ambiental y atraiga capitales responsables.
Esta colaboración no se limita a compromisos de conservación; representa una señal inequívoca a los mercados internacionales sobre la seriedad de Perú para adoptar prácticas de ESG (Ambientales, Sociales y de Gobernanza) de primer nivel. El país nórdico, a través de sus empresas y su know-how, tiene un gran potencial para impulsar inversiones en energías renovables dentro del sector extractivo peruano, como lo demuestra la presencia de Statkraft en proyectos de energía eólica e hidráulica. Además, el acuerdo abre la puerta a la transferencia de conocimiento en el desarrollo de tecnologías de hidrógeno verde, un elemento clave para la descarbonización de las operaciones mineras y un nicho de mercado en creciente tendencia global.
En la práctica, la alianza busca fortalecer la gobernanza forestal, combatir las actividades ilegales que históricamente han afectado la Amazonía y, de manera indirecta, mitigar el impacto socioambiental asociado a la minería informal. Al vincular la protección ambiental con el desarrollo económico, Perú busca asegurar que su estatus de potencia minera se sostenga en pilares de sostenibilidad. La experiencia y el capital noruego son vistos como el catalizador necesario para que Perú no solo aumente su producción de metales críticos (como el cobre), sino que lo haga bajo los más altos estándares éticos y ambientales, garantizando la viabilidad de sus proyectos mineros a largo plazo.