La histórica mina de Chuquicamata se transforma en una mina subterránea. El proyecto de Codelco, que busca extender la vida útil del yacimiento por 50 años, es un hito de la ingeniería y posiciona a Chile a la vanguardia de la minería moderna.
La División Chuquicamata de Codelco está culminando un proyecto de transformación histórica. La mina a cielo abierto más grande del mundo, que ha operado por más de 100 años, está en proceso de convertirse en un mega-yacimiento subterráneo. Este proyecto de modernización, que tiene un costo de miles de millones de dólares, es una de las inversiones más grandes en la historia de la minería chilena y busca asegurar la continuidad de la producción de cobre del yacimiento por al menos 50 años más.
La transición de Chuquicamata a una mina subterránea no es solo un cambio de operación, sino una revolución tecnológica. El proyecto utiliza la más avanzada ingeniería para optimizar la extracción del mineral de manera segura y eficiente. El modelo subterráneo reduce drásticamente la huella de carbono y el consumo de agua, lo que demuestra un compromiso con la sostenibilidad y la responsabilidad ambiental. Además, la nueva mina está equipada con sistemas de automatización de última generación, que minimizan los riesgos para los trabajadores y aumentan la productividad.
El proyecto de Codelco en Chuquicamata es un símbolo del futuro de la minería. Al transformar un yacimiento histórico en una mina de última tecnología, Chile está demostrando que es posible combinar la tradición con la innovación para enfrentar los desafíos del futuro. El éxito de este proyecto no solo asegurará que la minería siga siendo un pilar de la economía chilena, sino que también posiciona al país como un líder global en la adopción de tecnologías limpias y seguras en la industria.