Panamá avanza en su plan para reiniciar la mina de Cobre. La decisión de crear una empresa estatal, que podría asociarse con un operador privado, busca recuperar el control de un activo clave y revertir el colapso económico que generó el cierre de la mina.
El gobierno de Panamá ha dado un paso decisivo para reiniciar las operaciones de la mina de cobre más grande de Centroamérica. La administración ha propuesto la creación de una empresa estatal, Panamá Cobre S.A., que se encargará de gestionar el proyecto de manera temporal y supervisar un eventual relanzamiento de las operaciones. La decisión, que surge después de que la Corte Suprema del país ordenara el cierre de la mina, busca recuperar un activo clave para la economía nacional y detener el colapso fiscal y de empleos que ha generado la paralización.
La mina de Cobre Panamá, operada por First Quantum Minerals, fue clausurada en 2024 tras una serie de protestas masivas y una decisión judicial que declaró inconstitucional el contrato de la empresa. La paralización de la mina, que representaba el 5% del PIB de Panamá, ha dejado un vacío económico que el gobierno busca llenar. Aunque la administración ha dejado abierta la puerta a la posibilidad de un socio privado, el control estatal del proyecto es visto como una medida para garantizar que los beneficios de la mina se queden en el país y se distribuyan de manera más equitativa.
La reapertura de la mina, sin embargo, no estará exenta de desafíos. El proyecto enfrenta una fuerte oposición social y ambiental, y cualquier reinicio deberá cumplir con los más altos estándares de sostenibilidad. Los analistas señalan que la creación de una empresa estatal es un movimiento arriesgado, pero necesario, para restaurar la confianza y atraer la inversión de vuelta al sector minero. El futuro de la mina de Cobre Panamá es incierto, pero el plan del gobierno demuestra su compromiso con la recuperación de la economía nacional a través de la minería.