Brasil investiga la venta de activos de níquel de Anglo American a la china MMG por US$500 millones. La autoridad antimonopolio, el CADE, abrió un procedimiento administrativo, en medio de la creciente preocupación internacional por la influencia de China en minerales estratégicos para la transición energética.
El regulador de competencia de Brasil, el CADE, ha iniciado una investigación sobre la propuesta de venta de las operaciones de níquel de Anglo American a la compañía china MMG, que es controlada por China Minmetals. La transacción, valuada en hasta US$500 millones, ha sido objeto de una denuncia por parte de CoreX Holding, un competidor industrial, lo que refleja un creciente escrutinio sobre el papel de China en las cadenas de suministro de minerales críticos. A pesar de que la investigación no significa necesariamente el bloqueo del acuerdo, el proceso destaca la preocupación de los competidores y los gobiernos por la consolidación del control chino sobre recursos estratégicos.
De acuerdo con el Financial Times, los competidores advierten que la adquisición le daría a Beijing un control excesivo sobre las reservas de níquel en Brasil, un país que es un actor clave en el suministro de este mineral para la fabricación de baterías de vehículos eléctricos y acero inoxidable. La preocupación se ha extendido a Estados Unidos, donde el Instituto Americano del Hierro y el Acero ha pedido al gobierno que intervenga en la transacción. El argumento es que esta compra le otorgaría a China una influencia desproporcionada sobre un insumo esencial para la industria global.
La venta de los activos de níquel es parte del plan de reestructuración de Anglo American, que busca optimizar su cartera. La compañía ha enfrentado desafíos recientes, como el fracaso del acuerdo de US$3,800 millones para vender su cartera de carbón australiano. Adicionalmente, Anglo está evaluando opciones para su negocio de diamantes De Beers, que está experimentando pérdidas significativas debido a la sobreoferta y la caída de la demanda. Estos desafíos evidencian la complejidad del proceso de reestructuración y el escrutinio que enfrentan las grandes transacciones en el sector minero.