Petrobras realiza un simulacro de emergencia en la desembocadura del río Amazonas, como parte del proceso para obtener la licencia de perforación. Con la participación de más de 400 personas y recursos de gran escala, la empresa busca demostrar al Ibama que está preparada para una posible operación petrolera en la región.
La petrolera brasileña Petrobras ha iniciado una simulación de emergencia en la Bacia da Foz do Rio Amazonas, en el estado de Amapá. Este ejercicio, que forma parte de la Avaliação Pré-Operacional (APO), es el paso final antes de que el Instituto Brasileño de Medio Ambiente y Recursos Naturales Renovables (Ibama) decida si otorga la licencia para la perforación de un pozo de petróleo y gas. Con más de 400 personas y una gran cantidad de recursos, incluyendo helicópteros, embarcaciones y una sonda de perforación, la compañía busca demostrar su capacidad de respuesta ante un posible derrame u otro incidente.
El simulacro, cuyo escenario fue definido por el Ibama, se extenderá por varios días y busca poner a prueba la capacidad de respuesta de Petrobras ante una emergencia. La industria petrolera ve un alto potencial en esta región, comparando los posibles hallazgos con los recientes descubrimientos en Surinam y Guyana. Sin embargo, la propuesta ha generado una fuerte resistencia de sectores de la sociedad civil y del gobierno debido a los posibles riesgos socioambientales que podría acarrear la operación en la selva amazónica.
Petrobras ha dejado claro que el simulacro no es una operación de perforación real, la cual solo se llevará a cabo si obtienen la licencia ambiental del Ibama. Este tipo de ejercicio ya ha sido realizado por la empresa en otras áreas, lo que ha resultado en la obtención de licencias previas. Con esta maniobra, Petrobras busca generar confianza y demostrar que puede llevar a cabo una operación segura y responsable en una de las regiones con mayor biodiversidad del mundo, cumpliendo con los requisitos regulatorios y ambientales del país.