El sector sudafricano de ferrocromo enfrenta un momento crítico, con una drástica caída en las ventas que obligó a suspender fundiciones y a una reducción de utilidades, debido a la crisis global y la fuerte competencia de China.
El sector del ferrocromo y el mineral de cromo en Sudáfrica está experimentando una crisis significativa, con una caída en las ventas que refleja el impacto de la desaceleración económica global y la creciente competencia de China. El reporte semestral de Merafe Resources muestra una preocupante reducción del 55% en las ventas de ferrocromo, que alcanzaron solo 76,000 toneladas. De manera similar, las ventas de mineral de cromo cayeron un 14%. Esta situación ha tenido un impacto directo en la rentabilidad de la empresa, que registró utilidades de R233 millones en el primer semestre, una cifra considerablemente menor a la del año anterior.
La difícil situación del mercado obligó a la empresa Glencore-Merafe Chrome Venture a tomar medidas drásticas. Entre abril y junio de 2025, la compañía tuvo que suspender temporalmente varias de sus fundiciones debido a los altos costos energéticos y a la menor demanda internacional. Este parón productivo ha coincidido con una disminución en la demanda global de mineral de cromo, lo que ha puesto una presión adicional sobre los productores sudafricanos. El gobierno ha implementado medidas de apoyo para el sector, pero su efectividad dependerá de la capacidad de la industria para competir contra la producción china y de la estabilización del suministro eléctrico en el país.
Mirando hacia el futuro, Merafe Resources ha anunciado una estrategia de adaptación y cautela financiera. Para el segundo semestre, la compañía se enfocará en el control de costos, la preservación de efectivo y la asignación selectiva de capital para mantener su viabilidad. El objetivo es ajustar la producción a la demanda interna y mejorar la eficiencia operativa, mientras monitorean de cerca el mercado chino, que es su principal destino de exportaciones. Como reflejo de esta cautela, el directorio aprobó un dividendo de solo 4 céntimos por acción, una reducción significativa en comparación con los 20 céntimos del año pasado. La compañía buscará adaptarse a un mercado incierto y colaborar con socios para encontrar soluciones sostenibles para la fundición y refinación de cromo.