La fundición de aluminio Mozal, la segunda más grande de África, podría cerrar en 2026 debido a un estancamiento en las negociaciones de su contrato eléctrico, lo que generaría un impacto devastador en la economía de Mozambique.
La fundición de aluminio Mozal, una de las más grandes de África, corre el riesgo de suspender sus operaciones en marzo de 2026. La operadora South32 ha advertido que las negociaciones para un nuevo contrato de suministro eléctrico se encuentran en un punto muerto. Esta situación ha provocado la caída de las acciones de la compañía y ha encendido las alarmas en Mozambique, ya que la planta genera 2,500 empleos directos e indirectos y fue responsable de US$1,100 millones en exportaciones en 2024. Su eventual cierre representaría un golpe significativo para la economía del país, que ya enfrenta una alta tasa de desempleo juvenil.
El estancamiento en las negociaciones se debe a la intención del nuevo gobierno, liderado por Daniel Chapo, de revisar los acuerdos energéticos históricos que otorgaban tarifas y ventajas fiscales muy bajas a la fundición. La administración busca eliminar exenciones de impuestos y regalías mínimas, una situación que pone en jaque la sostenibilidad operativa de Mozal. Según Rob Jackson, vicepresidente de suministro de South32, de no alcanzarse un acuerdo, la planta pasaría a una fase de mantenimiento después del fin del contrato vigente. La disputa muestra la tensión entre las antiguas políticas de desarrollo industrial y las nuevas prioridades gubernamentales.
Si la fundición Mozal llegara a cerrar, se liberarían 950 megavatios de capacidad eléctrica. Según el director ejecutivo de Electricidade de Moçambique, Joaquim Ou-Chim, esta energía podría ser exportada a países vecinos con alta demanda, como Zambia y la República Democrática del Congo, que necesitan el recurso para sus sectores cupríferos. La situación de Mozal, que fue en su momento un símbolo de la modernización de Mozambique tras la guerra civil, ahora resalta los desafíos de un contexto energético y político cambiante, donde los antiguos acuerdos ventajosos ya no son sostenibles y un activo estratégico corre el riesgo de desaparecer.