El gobierno chileno concluye una fase clave en la elaboración de su Estrategia Nacional de Minerales Críticos, un plan para potenciar sus recursos estratégicos con una visión a largo plazo y la participación de múltiples sectores.
El gobierno de Chile ha finalizado la quinta y última sesión de su Comité Consultivo de Alto Nivel (CCAN), un paso decisivo en la creación de la Estrategia Nacional de Minerales Críticos. Desde abril, este comité ha reunido a representantes del Estado, la industria, la academia y la sociedad civil con un objetivo común: diseñar una hoja de ruta para el desarrollo sostenible de recursos estratégicos como el litio, el cobalto y las tierras raras. La subsecretaria de Minería, Suina Chahuán, destacó el valor de este proceso por su transversalidad y su visión a largo plazo, que permitirán a Chile aprovechar sus riquezas de manera responsable y competitiva en el mercado global.
Durante las sesiones, se revisaron las conclusiones de más de 120 especialistas de 80 instituciones, que abordaron temas cruciales como la exploración, el desarrollo de proveedores, la producción responsable y la inserción en las cadenas de valor globales. Hernán de Solminihac, exministro de Minería, se mostró optimista, afirmando que este trabajo es fundamental para que el país se proyecte al mundo y logre un crecimiento eficiente que impulse el desarrollo humano. Por su parte, la directora de Cesco, Daniela Desormeaux, subrayó la importancia de estos lineamientos para que Chile, un país minero por tradición, pueda seguir creciendo y explorando el potencial de nuevos minerales.
Con el cierre de esta etapa, el proceso avanza ahora hacia la consulta ciudadana del anteproyecto, que se espera en los próximos meses. La participación de las regiones será clave en esta fase, asegurando que la estrategia no solo se diseñe desde la capital, sino que también refleje las necesidades y realidades locales. La estrategia busca crear valor para los territorios y garantizar que el desarrollo de estos minerales críticos contribuya de manera significativa al crecimiento del país. Este enfoque colaborativo y descentralizado es una apuesta clara de Chile por una minería moderna, sostenible y con un fuerte componente social.