El sector minero brasileño teme un impacto económico de hasta US$1,000 millones anuales ante la amenaza de un arancel del 50% de EE. UU. y las posibles represalias del gobierno brasileño.
La industria minera de Brasil ha activado una señal de alerta tras la amenaza del expresidente estadounidense Donald Trump de imponer un arancel del 50% a productos brasileños. Aunque Estados Unidos representa solo el 3.5% de las exportaciones mineras de Brasil, el principal temor radica en las posibles medidas recíprocas que el gobierno brasileño podría tomar. Raúl Jungmann, director ejecutivo del Instituto Brasileño de Minería (IBRAM), advirtió que una «guerra comercial» de este tipo podría generar sobrecostos anuales de hasta US$1,000 millones para el sector, lo que afectaría gravemente su competitividad y rentabilidad.
El principal punto de vulnerabilidad del sector es su alta dependencia de la maquinaria pesada estadounidense. Las empresas mineras brasileñas importan de EE. UU. equipos cruciales como excavadoras y camiones volquete de gran tonelaje, esenciales para el funcionamiento de los yacimientos. Si se aplicaran aranceles adicionales sobre estos bienes de capital, los costos logísticos y operativos de la industria se dispararían. Esto subraya la interconexión de la cadena de suministro global y cómo una medida proteccionista, aunque no afecte directamente a las exportaciones, puede tener un impacto devastador en la operatividad de un sector clave.
Para mitigar este riesgo, los ejecutivos mineros brasileños están considerando iniciar conversaciones con sus proveedores estadounidenses. El objetivo es que estas empresas presionen a la administración de su país para evitar la imposición de los aranceles. IBRAM ha instado al gobierno brasileño a actuar con cautela y evitar respuestas inmediatas que puedan agravar la situación. La organización subraya que el sector minero es un pilar estratégico para la economía de Brasil, por lo que su estabilidad es crucial. En este contexto, la industria busca una solución que evite una escalada de la disputa comercial, protegiendo así su viabilidad económica a largo plazo.