Startups compiten por US$ 1.000 millones en financiación, buscando aprovechar las segundas mayores reservas mundiales.
Exploradores minerales de todo el mundo están volcándose en Brasil, con la esperanza de capturar una parte de los casi US$ 1.000 millones en financiación que el país ha puesto a disposición. El objetivo es impulsar proyectos de tierras raras, un sector vital para la tecnología moderna, en una nación que posee las segundas mayores reservas del mundo, solo superada por China. Este jueves, Brasil presentará una lista de proyectos mineros estratégicos que serán elegibles para recibir apoyo financiero de su banco de desarrollo BNDES y la agencia gubernamental de financiamiento Finep, lo que representa una oportunidad de oro para empresas como Aclara Resources Inc., Viridis Mining and Minerals Ltd. y Meteoric Resources NL.
La financiación estatal, aunque significativa, podría no ser suficiente por sí sola para llevar estos proyectos a buen puerto. Sin embargo, el BNDES está abierto a la participación de instituciones internacionales como la Agencia Japonesa de Cooperación Internacional, especialmente si los proyectos incluyen un componente de refinación. Además, el banco planea movilizar socios privados y el fondo brasileño para el cambio climático. Durante semanas, las entidades estatales han analizado 124 propuestas por un total de US$ 15.000 millones, muchas de ellas enfocadas en la producción masiva de tierras raras, elementos cruciales para imanes, baterías y equipos de alta tecnología.
Brasil busca transformar años de promesas en una sólida realidad en el sector de las tierras raras. Esta iniciativa cobra especial relevancia en un contexto global donde China utiliza su dominio en la industria como palanca en las relaciones comerciales, impulsando a países como Estados Unidos a buscar suministros estables en otras latitudes por razones de seguridad nacional. Como señaló José Luis Gordon del BNDES, «El mundo se dio cuenta de que no puede depender de un solo país.» Con el 23% de las reservas mundiales, Brasil está listo para convertirse en un actor clave, superando su producción actual, limitada principalmente al Grupo Serra Verde, para satisfacer una demanda global creciente y estratégica.